Clima hostil por la temprana expulsión (acertada) de Barrientos y cantitos contra la AFA. “Espero que no haya nada raro”, tiró el 5.
Si después de la última re-re-re-re-reelección del mandamás de la AFA no hubo ningún escándalo en la calle Viamonte (más allá del raid mediático de Vila), fue porque la bomba no había estallado. Al menos hasta ayer, cuando la gente de All Boys no se bancó la roja a Barrientos y otros fallos del árbitro Ceballos, y empezó a cantar-insultar a Grondona.
El contexto está clarísimo: los hinchas de All Boys creen que la AFA está cobrándose revancha de la decisión que tomó el presidente del club, Roberto Bugallo, al votar en contra de Don Julio en las últimas elecciones. Por eso los cantitos. Y el “espero que no haya nada raro” que deslizó Hugo Barrientos, tras el final del partido, es una clara muestra del fastidio generalizado.
La acción que ayer colmó la paciencia fue la expulsión al 5 que, en menos de un minuto, recibió dos amarillas: patadón en la cadera a Valencia en mitad de cancha y enganchó de atrás a Noir cuando encaraba hacia el área. Ambas tarjetas fueron bien sancionadas por Ceballos, quien, con 33 años y cinco juegos en Primera, está proyectado en la AFA como un futuro árbitro internacional.
La mayoría de los jugadores no quiso opinar sobre el juez, pero a lo que dijo Barrientos se le agregó la voz de Romero: “No soy de analizar a los árbitros, pero la decisión de expulsar a Barrientos fue apresurada. La primera amarilla no fue merecida. El fútbol es un juego de fricción y fue tan sólo un choque”.
Barrientos tampoco cree que a él le estén pasando factura por la lesión a Giovanni Moreno en el Clausura: “No sospecho nada raro después de lo que pasó con Gio. Hoy estoy orgulloso de mis compañeros, que dejaron todo y se la bancaron con diez casi todo el partido. Por eso les pedí disculpas”.
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