En el Gasómetro, cayó 1 a 0, con un gol de Bottinelli, en contra, quien venía de ser golpeado por la barra y de pelearse en el vestuario con Migliore; el Ciclón jugó una hora con diez por expulsión de Gigliotti. Por Julián Lichene
12 de Noviembre de 2011 - 21:07
San Lorenzo hace todo lo posible para caerse en el precipicio. O, en realidad, ya está metido en él. Y no quiere salir, evidentemente. Lo que hace bien, lo termina mal. Y lo que hace mal (mucho, decisivo, determinante) le sale a la perfección. Construye su desbarranco en episodios de fino humor negro. Ni el mejor novelista podría haberlo creado. Es así, nomás: la realidad suele superar a la ficción. San Lorenzo perdió por 1 a 0 contra All Boys, en su estadio, con un gol en contra de... Jonathan Bottinelli. El colmo de la desgracia. Semanas atrás, en una agresión vergonzosa, un barrabrava le pegó al defensor, también golpeado por el arquero Migliore. Por ese motivo, el choque contra el equipo de Floresta se postergó para ayer, con la excusa de la falta de garantías. Se jugó anoche. Con público, en su casa y con derecho de admisión. Días después de un digno empate 1 a 1 contra Olimpo, en Bahía Blanca, sellado con un abrazo entre el zaguero y el arquero.
El Ciclón siempre tiene algo a mano para estar peor. La adversidad lo busca, debe de tener un imán su cuerpo desorientado. Había un centro para All Boys, nada del otro mundo. Juan Pablo Rodríguez envió el centro, que encontró, en lo alto, la cabeza de Bottinelli. Fue un pelotazo en contra. Un gol de cabeza contra su propia valla. De no creer. El colmo de los colmos. En la noche en la que, en esta suerte de final contra otro equipo comprometido, el Ciclón volvió a ser parte de la Promoción. Noche de sábado desgraciada.
Justo el zaguero sufrió la desgracia. Justo él, que días atrás había advertido que iba a dejar el club, aun con miedo por lo que había pasado. Justo él, que volvió por el cariño que tiene por el club, ya que es un hombre de la casa. Justo Bottinelli.
Antes, varios minutos antes, San Lorenzo había comenzado con su propia autodestrucción. Como en el partido anterior, en el que fue expulsado Juan Manuel Salgueiro, ayer fue despedido del campo de juego Emanuel Gigliotti, otra tarjeta roja insólita, por ir demasiado fuerte a una pelota... en la mitad de la cancha. Los nervios, son los nervios que San Lorenzo tiene sobre su cuerpo. No se los puede quitar.
Lo llamativo es que antes, cuando empezó el partido, el Ciclón había jugado mucho mejor que su adversario. ¡Tuvo dos tiros en el travesaño! Primero, un cabezazo de Tula; luego, un disparo lejano de Gigliotti. El Ciclón jugaba mejor, debió encontrar la diferencia rápido... y de pronto se quedó con un hombre menos. Al rato, un gol en contra. San Lorenzo escribe sus propios libretos con la angustia que ya conoció en otra época de su vida.
El desarrollo fue pura fricción: revuelo de tarjetas amarillas. Se descompensó tanto San Lorenzo que All Boys abrió el manual del contraataque. Juan Pablo Rodríguez y Matos tuvieron en sus botines una diferencia mayor, pero los postes, otra vez, aparecieron en la escena. En la noche negra.
Se lesionó el pibe Gutiérrez. Como está lesionado Bazán, como está dolorido Migliore. Está vacío el Ciclón: con jugadores suspendidos, lesionados y... otros que están más cerca de su última función. Increíble, San Lorenzo. Ni un enemigo podría haber creado semejante contexto. Muchas veces, como anoche, San Lorenzo da la impresión de hacer todo lo posible por descender.
DELANTEROS, EN ROJO
De Salgueiro a Gigliotti: afuera, en el minuto 31
San Lorenzo hace todo lo posible para que le vaya mal. Se cae solo. Es una ironía, pero parece hecho a propósito. En la fecha anterior fue expulsado Juan Manuel Salgueiro, por una agresión a Oswaldo Vizcarrondo, en el 1-1 contra Olimpo. Anoche sufrió la tarjeta roja por doble amarilla Emmanuel Gigliotti (en la segunda acción, fue a buscar una pelota al límite). Otra vez un delantero, otra vez en el primer tiempo. Lo curioso es que ambas expulsiones se dieron en el mismo instante: a los 31 minutos.
LA POPULAR, CON MIGLIORE Y LA PLATEA, CON BOTTINELLI
Fue el regreso de San Lorenzo a su estadio, luego de la agresión a Jonathan Bottinelli, en la que estuvo involucrado Pablo Migliore. Anoche, hubo dos posturas tan marcadas como lógicas: desde la tribuna hubo aplausos para el arquero y, al mismo tiempo, desde la platea, se expuso el respaldo para Jonathan Bottinelli. Antes del gol en contra del defensor, claro.
LO ÚNICO QUE FALTABA: SE LESIONÓ EL PIBE GUTIÉRREZ
Pablo Migliore será operado, en los próximos días, del menisco externo de la rodilla izquierda. Y anoche, Fernando Gutiérrez sufrió un esguince en la rodilla izquierda, aunque podría ser algo peor.
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